¡¡Cuidado con los MOussTrOOss!!

Gotzilla, Shrek, el Hombre de las nieves y muchos más moustros que Hollywood y otras empresas crean en el imaginario de las personas se quedan pequeños e indefensos con el nuevo ser que ha nacido en los últimos tiempos. Este es el moustro de la globalización. Y no viene solo viene en grupo y se llaman MULTINACIONALES.
Estas se comparan más con Drácula o Frankenstein. Uno porque nos chupan nuestro dinero y el otro porque ha vuelto a la tecnología en un engendro del mal. Y entonces, ¿quién podrá ayudarnos?
Como lo dice Roxana, estas empresas son las que dominan nuestro sistema económico y desfavorece a muchos en el gran mercado. McDonal`s, Buger King, Pollo Campero y otros son los que producen, hoy por hoy, mercancías. Estas llenan los bolsillos de los grandes empresarios y se adueñan de los valores universales. Valores que ya están trascendiendo y hasta han universalizado nuestras amadas pupusas. Entonces, ¿qué hacen los pequeños empresarios o, mejor dicho, aquellas personas que se tienen que ganar el sustento diario?

Recurren a un término muy famoso: LA PIRATERIA. Películas, ropa, zapatos, lociones y muchas más cosas son los que ahora tienen marca “pajarito” o “Jonny” o “Fuma” y la infinidad de subnombres que “los piratas” se han inventado. Pero de no ser así, estas personas no tendrían qué comer y cómo sostener a sus familias. De igual forma, trabajan los vendedores ambulantes. Estos personajes que se suben a los autobuses y te ofrecen todo “lo que es” un producto a un menor precio y hasta más barato que en un supermercado o tiendas de conveniencias. Esto es como lo que decía Ignacio Ramonet, director del periódico Lemunde de Francia, en su informe titulado “El quinto poder”, donde denunciaba que hoy las empresas multinacionales son llamadas “amos del mundo”. Es decir, ahora vivimos como los Israelitas sometidos ante los Faraones, como lo relataba aquella historia que aparece en el Éxodo. Por eso, afirmo que el moustro de la globalización nos quiere COMER!! Y me pareció muy importante que Ignacio Ramonet sacara el tema del Quinto Poder, este busca nuevas alternativas para el mejoramiento de las sociedades y además incita a los medios de comunicación a tener una mejor ética profesional en sus comentarios, opiniones y noticias. Exhorta a que tengan un mejor criterio de análisis y fueran más allá de lo que no puede ser evidente. Este tema de las multinacionales es muy amplio y el compararlo con los moustros que la gente crea o se imagina es un buen recurso, a mí parecer, para explicar este tema. Espero que les guste y me hagan comentarios sobre el tema. XOXO

Si sigo así tarde o temprano caeré en la cuenta

¡¡¡Qué HoRror!!!
Quiero confesar algo. Y estoy lista para hacerlo en este blog. ¡SOY CONSUMISTA! No me había dado cuenta hasta que revisé mi closet y vi un rimero de camisas, zapatos de todo estilo y muchos accesorios de belleza que sólo pocas veces ocupo. Entonces, me dije, esto es lo que Roxana nos trata de explicar en clases. Aunque no queramos y ni nos demos cuenta, nos están globalizando. Una apasionada de la moda como yo, solo quiere tener lo mejor; sin embargo, dejo de lado lo que en realidad importa. Por eso, decidí cambiar. No me volveré una anti moda, pero sí pensaré mucho antes de decidirme a comprar algo que luego sólo adornará mi closet. Y esto es en parte, por la situación económica que sufre mi familia, pues desde hace 20 años somos, y me cueto yo también porque allí he crecido, dueños de una pequeña panadería. Y si ya se dieron cuenta el precio de la harina y otros materiales ha incrementado. Entonces, que nos tocó hacer como pequeños empresarios, acortar gastos y esto trajo a colación los gustos que me daba al comprar lo que veía y también algo muy importante para mí: mis estudios. Sería maravilloso si el éxito de mi panadería, porque algún día será mía, fuera como el de la Panadería El Rosario que en casi nada ha afectado el alza de la harina en su producción. Esto es algo parecido a lo que Roxana nos explicaba con el caso de Nestle y los pequeños agricultores de café. Ahora, si mi panadería quiere crecer debe someterse a una estrategia de comunicación que le ayude a promover nuestra mini empresa, pero ha esto se le agregan otros problemas que no están a mi alcance. Esa es una de las razones, que en los últimos tiempos, me ha tenido con los pelos de punta, porque llevo una carga encima, la cual es seguir estudiando o buscar un trabajo.
Yo quiero pertenecer al grupo de mujeres exitosas que Roxana mencionó, pero para eso debo competir contra mis ideales y mi familia. Por eso, llevo una gran tarea de trabajar y estudiar al mismo tiempo. Es difícil, pero no imposible. Desde que trabajo y estudio me he dado cuenta que la vida no es fácil y que sólo aquellos que se esfuerzan son los que logran el éxito. Este trabajo no es como cualquier otro. Es una franquicia llamada Ciencia Divertida y mi labor es divertirme. Es serio, porque ya me han regañado para que mejore cosas que me hacen falta, pero es una experiencia súper diferente a lo que viví en mi otro empleo (trabajar como asesora de tareas de un colegio, para ser más específica del Anglo Americano). En el colegio no me sentía parte de nada, pues no era ni maestra, ni tutora, era solamente la “niña” que le ayudaba ha hacer las tareas a niños desde los siete años hasta los diez. No me sentía parte de ese lugar, pues nunca he querido ser maestra de colegio y quizás sea porque he visto las experiencias de mis cuatro hermanas mayores que se desenvuelven en esa profesión. Por eso, hoy que estoy en Ciencia Divertida me ha permitido encontrarle un sentido a lo que hago, pues me gusta y es lo que siempre había soñado. ¿Quieren saber lo que hago? Bueno, soy monitor y ¿qué es eso? Un monitor es lo que en otros casos sería el payaso aburrido de fiestas de cumpleaños, pero aquí soy una profesora chiflada de ciencias que enseño experimentos a los niños. Como que se parece al perfil de mis hermanas, o sea que casi es la misma profesión, lo diferente es que puedo ser como soy y no estar tan preocupada por ser otra persona que en algunas empresas espera que seamos. Así que si yo puedo, tú también puedes sólo es necesario fijar las metas que quieres lograr y seguir soñando hasta alcanzar los sueños más deseados.
Xoxo

El Papel de las Comunicaciones

Pensar la globalización desde la cultura
Jesús Martin Barbero

Hasta hace poco creíamos saber con certeza de qué estabamos hablando cuando nombrábamos dicotómicamente lo tradicional y lo moderno, pues mientras la antropología tenia a su cargo las culturas primitivas, la sociología se encargaba de las modernas. Lo que implicó dos opuestas ideas de cultura: para los antropólogos cultura es todo, pues en el magma primordial que habitan los primitivos tan cultura es el hacha como el mito, la maloca como las relaciones de parentesco, el repertorio de las plantas medicinales o el de las danzas rituales; para los sociólogos cultura es sólo un especial tipo de actividades y de objetos, de productos y prácticas, casi todos pertenecientes al canon de las artes y las letras. Pero en la tardo-modernidad que ahora habitamos, la separación que instauraba aquella doble idea de cultura se ve emborronada, de una parte por el movimiento creciente de especialización de lo cultural, ahora organizado en un sistema de industrias productoras de bienes simbólicos dirigidos a sus públicos consumidores (J.J.Bruner), que es lo que hace la escuela con sus alumnos, la iglesia con sus fieles, la prensa con sus lectores o la televisión con sus audiencias. Y de otra parte, la cultura vive un movimiento radicalmente opuesto, un movimiento de antropologización mediante el cual la vida social toda deviene, se convierte en, cultura. Hoy son sujeto/objeto de cultura tanto el arte como la salud, el trabajo como la violencia, y también hay cultura política, y del narcotráfico, cultura organizacional y cultura urbana, juvenil, cultura de género, profesional, audiovisual, cultura científica, tecnológica etc.

La actual reconfiguración de las culturas tradicionales -indígenas, campesinas, negras- responde no sólo a la evolución de los dispositivos de dominación que entraña la globalización, sino también a un efecto derivado de ésta: la intensificación de la comunicación e interacción de esas comunidades con las otras culturas de cada país y del mundo. Desde dentro de las comunidades esos procesos de comunicación son percibidos a la vez como otra forma de amenaza a la supervivencia de sus culturas –la larga y densa experiencia de las trampas a través de las cuales han sido dominadas carga de recelo cualquier exposición al otro- pero al mismo tiempo la comunicación es vivida como una posibilidad de romper la exclusión, como experiencia de interacción que si comporta riesgos también abre nuevas figuras de futuro. Ello está posibilitando que la dinámica de las propias comunidades tradicionales desborde los marcos de comprensión elaborados por los académicos: hay en esas comunidades menos complacencia nostálgica con las tradiciones y una mayor conciencia de la indispensable reelaboración simbólica que exige la construcción del futuro.

Ligado a sus dimensiones tecno-económicas, la globalización pone en marcha un proceso de interconexión a nivel mundial, que conecta todo lo que instrumentalmente vale –empresas, instituciones, individuos- al mismo tiempo que desconecta todo lo que no vale para esa razón. Este proceso de inclusión/exclusión a escala planetaria está convirtiendo a la cultura en espacio estratégico de compresión de las tensiones que desgarran y recomponen el “estar juntos”, y en lugar de anudamiento de todas sus crisis políticas, económicas, religiosas, étnicas, estéticas y sexuales. De ahí que sea desde la diversidad cultural de las historias y los territorios, las experiencias y las memorias, desde donde no sólo se resiste sino se negocia e interactúa con la globalización, y desde donde se acabará por transformarla. Lo que galvaniza hoy a las identidades como motor de lucha es inseparable de la demanda de reconocimiento y de sentido7. Y ni el uno ni el otro son formulables en meros términos económicos o políticos, pues ambos se hallan referidos al núcleo mismo de la cultura en cuanto mundo del pertenecer a y del compartir con. Razón por la cual la identidad se constituye hoy en la fuerza más capaz de introducir contradicciones en la hegemonía de la razón instrumental.

Las políticas culturales deberán en consecuencia asumir que su espacio real no es es ya el de lo nacional o lo local sino ese otro más ancho y complejo de la articulación de la diversidad de las culturas locales dentro de la nación con la construcción del espacio cultural regional – hispanoamericano, francofono, lusófono- y de éste con el de las políticas del mundo. Estamos hablamdo de la necesidad de una nueva institucionalidad mundial de lo cultural capaz de interpelar a los organismos globales como la OMC, el FMI o el BM. Nueva institucionalidad que sólo surgirá de la ruptura con la, hasta ahora pretendidamente única “relación fundante”, la de la cultura con el Estado/nación. Necesitamos repensar la democracia des-estatalizando lo público, esto es, reubicándolo en el nuevo tejido comunicativo de lo social,o sea convocando y movilizando al conjunto de los actores sociales: instituciones, organizaciones y asociaciones, sean estatales, privadas o independientes, políticas, académicas o comunitarias.
http://www.planetagora.org/doc/Barcelona_barbero.doc

La Globalización

La globalización es un fenomeno político, económico, social y cultural. Es decir, tiene multiples caras. Gracias a ella, el mundo ha tenido beneficios como maleficios. Esta ha generado gran inflación en partes importantes del globo terraqueo, pero ha dejado en una gran miseria a pueblos que día a día luchan por salir adelante. Entonces, ¿nosotros como jóvenes qué soluciones podemos brindar para que la sociedad sea más equitativa?

La respuesta la encontraremos en la medida en que podamos hacer visibles todas aquellas verdades ocultas. Es decir, hay que ponernos las pilas y tratar de mejorar al mundo. Debemos estar por seguros que no somos superman, pero podemos buscar soluciones alternativas que mejoren la calidad de vida de las sociedades menos privilegiadas.

Ahora bien, como agentes de ese cambio, debemos prepararnos y lograr alcanzar el perfil deseado por el nuevo mundo globalizado. Debemos ser agentes con la convicción de triunfar y llegar a la cima cueste lo que cueste. Debemos ser visionarios y abiertos a nuevas experiencias que fortalescan el perfil del nuevo hombre y la nueva mujer que exige la sociedad globalizada.